San José Obrero
¿Es rancio llamar San José Obrero al Primero de Mayo? ¿O es todavía más añejo decir San José Artesano?Hablando de la Fiesta del Trabajo, ¿cuáles son las ocupaciones profesionales propias del rancio?
¿Tal vez la de paseante que se pasa la mañana tomando café en los bares del centro?
¿Dependiente de una tienda de tejidos de Puente yPellón es un oficio rancio?
¿Qué me dicen de la Banca?
Por no hablar de los comerciales que se llevan todo el santo día intentando vender la mercancía a golpe de labia.
Oficios rancios y oficios propios del rancio: un tema apasionante... como para dejar de trabajar un rato y ponerse a escribir.
31 Comments:
O en una tiendecita de ropa de niños chicos en Francos o El Salvador
puestecito de arvellanas y almendras garrapiñadas con ruedas y techo de cajon que frecuenta la confluencia de el salvador-la costanilla-alfalfa,
otro oficio rancio es el de dependien
te de la casa del labrador y ganadero
de la resolana con los mostradores an
tiguos de madera y los caramelos esos¿quien se acuerda del nombre?que son de piñones y chocolate creo y que tienen un tamaño y precio considera
ble,vienen envuelto en un papel como dorado y son de logroño,pa rancio la gasolinera de la puerta
carmona con el canario con la lechuga negra y el poster de la
chavalita como dios la trajo al
mundo .
El cobrador del Ocaso hombre, el cobrador del Ocaso y su rancia guayabera de rayas. Saludos Don Francisco.
Bronce: La mujer de Trifon detrás de la barra (¿cual es su cometido? ¿Será el 3er misterio de Fatima?)
Plata: Hacerle seguros agrarios a los amigos.
Oro: "Yo trabajo con mi padre en el campo" (Normalmente se encarga de llevar a Papá en el coche)
Hay dos mellizos tela de rancios en la ferretería de la Puerta Carmona. Son dos tios geniales, simpáticos y parece que llevan allí toda la vida. Algunas veces creo haberlos visto con un baby crudito y el lápiz en la oreja.
Vayan a comprar cuarto y mitad de puntillas y verán.
El oficio más rancio es de ditero.
Aunque pa tío rancio, el conserje del Sindicato (actual) de la Plaza del Duque de la Victoria; primo (aaayy) de Marcelino (aaaayyyy) Camacho, y primo-hermano (aaaayyy) del abuelo del Makinavaja.
Y de ditero, sobre todo, en su modalidad de cobrador de la Hermandad.
Me parece altamente rrrrancio el trabajar en Casa Velasco, despachando telas, encajes, damasco, lazos y demás repertorio...
O administrador de algún noble tieso...
¿Y dónde dejamos al rancio del estanco (o en su defecto, de la admon. de lotería), al fotógrafo del estudio, o al tío de la imprenta? Pero tiene que ser en un local muy chico de una calle muy chica del centro por la que uno sólo pasa en semana santa y el día del viacrucis para poder decir "coño, si esto sigue abierto con lo rancio que es". También vale el del taller de relojería de toda la vida en la portería de una casa antigua.
Siempre de frente: los caramelos de piñones son de la marca El Caserío, sólo comparables a los adoquines de Almendralejo, aquellos de la marca El Triunfo que sabían como a anís y que siempre se les quedaba pegado el papel blanco.
Caramelos de Toribio Fernandez se llamaban las "piedras" de Almendralejo,jejeje...
gracias rancio abolengo ,mi padre custodiaba los caramelos de el caserio como el ajuar de la macarena.
Para rancia autentica, la señora del Bar Jota que a golpe lateral de tirador, nos ponia tan agustito de Cruzcampo. !Ole y Ole¡
Para rancios y con solera los señores de las tiendecitas del Porvenir y de la Calle Puente y Pellón que te preparan el bocata de chorizo en bollo de toda la vida envuelto en papel de estrasa chorreando de aceite y la lata de refresco a dos euros cincuenta, que no falten los céntimos de la abuela.
Las mercerías de Triana, el Centro y La Macarena son rancias por excelencia, vendiendo las mismas cosas, con la misma prisa, y como no, manteniendo las mismas conversaciones.
Me quedo también con las casas de telas Ciudad de Londres y Galerías Madrid que mantienen las esencias de las tiendas de telas donde mi tía abuela compraba los recortes, trapitos y forros para revenderlos y que les voy a decir del Kilo de la Calle de la Feria y sus edredones, colchas y cortinas más antiguas que el andar para alante.
El oficio rancio por excelencia es el de contable, destacando a los rancios pre-jubilados del rancio oficio de la banca, que llevan las cuentas a los cuatro amigos, en un pasado clientes, y de los cuales el rancio-contable es el amigo, el consejero y el más fiel guardador de los secretos del pecunio doméstico y de las herencias, tremendas desconocidas por el resto de la familia. Incluso el amigo del rancio de las cuentas no duda en pedirle consejo sobre la inminente boda de su hija Carmencita con el hijo del relojero de la esquina, de muy buena planta el personaje, pero que no le da un palo ni al agua. Me encuentro en el grupo de los rancios de la contabilidad y como me llama mi hermana pequeña su hermano en blanco y negro por lo rancio de mi oficio y por la solemnidad de mi manejo en el mismo.
Estoy dándole vueltas a la cabeza, me viene a la mente un palio alejándose por la estrechez de una calle y una marcha que empieza a alejarse abrazado al manto de una Dolorosa, claro hombre, el oficio más rancio es el de músico de la Banda del Maestro Tejera, manteniendo la elegancia y el clasicismo que perduran impresos en el pentagrama de nuestra Sevilla eterna, de nuestra Sevilla de las procesiones y del arte más torero esparcido sobre la arena baratillera.
Muy sevillano es el oficio del paseante romántico que se toma su cafelito con pan bien frito recién levantado, a eso de las 11 de la mañana, y esas tertulias que acaban con versos inteligibles escritos sobre servilletas de papel apoyado en la barra de una vieja taberna. Un vinito y a casa que espera un puchero bien calentito de la Encarna de sus entrañas.
No hay oficio más rancio que quererte a ti Sevilla como te quisieron nuestros padres y nuestros abuelos, el ser sevillano es una profesión que no necesita carrera, pero si tener un corazón muy grande y sentirla cada segundo de nuestras vidas.
Y por supuesto que un paso con sus costaleros al mando los Villanueva paseando al Sindicalista San José Obrero por las calles de Sevilla.
Es la Fiesta del Santo. Por muchas banderas que quieran ponerle por delante para taparle la cara, ahí está aguantando como un campeón.
Bienaventurados los rancios porque de ellos es el Reino de Sevilla.
No podemos dejar de recordar un oficio rancio de categoria que desgraciadamente ya no existe. Me refiero a los marisqueros del canasto. Ellos con canasta en ristre tapada con blanco paño a juego con su impoluta chaquetilla, te ofrecian sus "bichos", previa prueba de muestra gratuita.
"Hay gamba, hay camaron, hay bocas de la isla, hay cañailla, mojama............."
Se les echa de menos los domingos en los parques Sevillanos.
En recuerdo de "el Vinagre" y "el Negro"
antetodo saludar a todos los casposos que escriben en esta pagina.me la voy a hacer de paco robles y voy a preguntar la diferencia entre casposo y rancio. AVE PACO.
He llegado tardes, y veo que habeis copado todos los rancios oficios:ditero, tiendecito ultramarinos en Cuna o Encarnación... pero para rancio, una tienda que ya no existe, que estaba en Amor de Dios y vendía miniaturas. Eso sí que era verdaderamente rancio, con pedigrí...
Un saludo a todos
Por cierto don paco, nunca hemos tratado los gustos musicales del rancio, que no tengan que ver con la musica propia de la ciudad, es decir que es mas de un rancio julio iglesias o mocedades, los chanclas fueron del gusto del rancio, por las menciones rancias de sus letras, creo que es un tema que debemos de incidir, no cree usted?
A mi tambien me gustaría que un dís se lo dedicaramos a los que no son rancios pero están ganando puntos para serlo.
Por ejemplo: Manuel Marchena alias "El tragatapas"
insisto en los desaparecidos cines de verano como tema que daria mucho juego don paco
El oficio más rancio es el de dependiente de una mercería, el mercero.
Incluso hasta fuera del casco antiguo se pueden encontrar antiguas mercerías donde el careto del dueño es tan antiguo como la muestra de corsés que hay en el escaparate. Y saben de todo.
Grandes merceros rancios en nuestras cofradías.
Saludos
Antonio
Los merceros...!!!!!!qué tíos mas rancios!!lo suscribo al "cento per cento" Sr. "Callejón de los Negros", aunque en justicia, ya lo adelantó "Jordi de Triana".
El tema de los cines de verano propuesto por "Siempre de frente" me parece apasionante, pero, si la memoria no me falla, creo que ya se tocó. Vd. dirá Sr. Robles.
Accesorio a éste, aunque no de menor rancidez, está el tema de películas rancias (destape incluídas), al que se le podía añadir el de la música rancia - fueraparte de la de S. Santa - según lo ha propuesto "fijador con brillantina".
En fin, que temas hay para rato. Y es que el rancio y/o lo rancio tiene para mucho; lo rancio se regenera; ¿es esto un retruécano?, lo rancio ¿evoluciona?
¿quid iuris?
Verídico
Manuel es un rancio lustroso.
Cada mañana se viste siguiendo un ritual ancestral que empieza en las ligas de sus calcetines y acaba con un chorreón de Nenuco o en su defecto Peti cherí legrén... París...
ninguna hembra se resiste al olor a bebé...
Manuel lo sabe... es olisquero.
Jacks y Varón Dandy... no tenéis n.p.i...
¡truchas, que sois unos truchas!...
Con puntualidad suiza, llega cada día al Virgen Macarena exactamente diez minutos tarde... en sabiendo que su presencia es esperada e imprescindible en todo el ala de cirujía.
Aparca su impoluto BMW azul diplomático ante la atenta mirada y la rendida admiración del cuerpo de enfermeras, que lo vitorea y le implora ¡¡¡tenga un detalle Don Manuel!!!...
la raya de su pantalón se desdobla al salir del vehículo y un haz de luz recorre su filo recto de arriba abajo... ¡fffíun!... ¡oj!...
igualito que aquel día que la usaron para enderezar el metro patrón de París que estaba un poco abollao...
Quirófano, 8:09:00 de la mañana... intervención sin precedentes en el mundo mundial... a vida o muerte.
Toda la sala mira el reloj...
saben que justo cuando marque el minuto 10,
Don Manuel hará su espectacular aparición...
8:09:58 h...
CIRUJANO: ¡Enema!
(se abre la puerta batiente)
DON MANUEL: (con mucho brío)
¡Cuidao que mancho, avé ese ojete parriba!
Para oficio rancio el de dependiente de una droguería de esas donde todavía venden bolillas de alcanfor de las antiguas. También es tela de rancio trabajar en la calle José Gestoso, concretamente, en el almacén de ropa Pérez Cuadrado. Un saludo Don Francisco
Creo que falta el jefe de planta de el corte ingles
Gracias por airear lo del P.R.I. D. Francisco. Yo tomo prestado lo de la partitocracia.
Saludos y perdon por la intromision.
¿Y las meretrices?
Ya se ha tocado el tema, pero...no es rancio una madame sentaíta en la puerta de un lupanar - por ejemplo de la C/ Vulcano, con tó su premio -, esperando a que llegue un nota que requiera de los servicios de algunas de sus pupilas...
Para "Moruno" El jefe de planta del "Cortinglé", coincido con Vd. que es tela, tela, tela de rancio...Ese nudo "windsor", ese sellito en el meñique con el escudo nobiliario familiar, ese olor a "Agua Brava", y ese rancio a más no poder: " a sus pies señora", o: "me alegro de verlo caballero".
Lo dicho, rancio tela.
Algunos oficios rancios.
- Cosario. Todavía quedan en algunos pueblos. Los rancios de verdad son los que usan la empresa Jiménez, la Casal o los Amarillos; para ir a Sevilla a hacer los mandaos.
- Barbero. Especie amenzada por peluqueros y estilistas.
- Zapatero. ¿O no es rancio ponerle unas medias suelas a los castellanos?
- Costurera. Sobre todo a domiclio.
- Pasante. Sin palabras.
Oficio muy rancio: todos los porteros de los pisos que forman el cuadrado Carlos V, Diego de Riaño, Avda de Portugal y Ciudad de Ronda.
Dependiente de tienda de belenes, ¿no es rancio?
¿O de tienda de capirotes?
Otro oficio rancio el de dependiente de zapatería de las de antes como Díez Hermanos de la Puerta Carmona, donde te regalaban una pelota verde si te comprabas unas botas Gorila y los dependientes tenían un montón de gomillas en la muñeca con las que posteriormente hacían bolas.
¿Y cerero o florista (de Semana Santa claro)?
Contestando a morito: creo que un casposo es un ex-aspirante a rancio que en un momento dado apostató;al darse cuenta de que no obtenía el olor a madera húmeda de las iglesias grandes y antiguas quiso ser " de los tiempos" y se le llenaron de nieve las hombreras de la chaqueta.
En otro orden de cosas: para trabajo rancio, con los debidos respetos, el de camarero del Rinconcillo.
Publicar un comentario
<< Home