Los nuevos rancios
Los nuevos rancios son algo parecido a los nuevos ricos. Gente que confunde la ranciedumbre con unas modas que son de antier. Yo creo que los nuevos rancios se pueden dividir en dos tipos. Por un lado estarían los pijos que tienen 18 años y parecen viejos recortados: tiradora, pantalón gris marengo, corbata de nudo ancho, gomina por un tubo... No consienten la guasa sevillana de toda la vida. Son más serios que los niños de Urdangarín. En el otro lado de la balanza habría que incluir a los canis cofradieros, vulgo kofrades. Devotos de la agrupata, asisten a los ensayos costaleriles con el güisqui en la mano, por supuesto en vaso de plástico. Este tema es de los buenos de verdad. Los nuevos rancios deben servir de acicate para que los rancios de toda la vida den la talla.
8 Comments:
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La ranciedumbre no es llevar gomina y el pelo peinado hacia atrás o raya perfecta con tupe, no es llevar patillas boca de hacha, no es llevar camisas de rayas, no es llevar jersey de colores con algún reptil en el pecho, no es llevar pantalón de pana o de tergal, no es llevar calcetín a rombos, no es llevar zapatos de antelina o castellanos.
La ranciembre es mucho más que llevar ciertas prendas o adminículos.
La ranciedumbre es (usaré un simil, con la venia de vuestras mercedes) como cuando las cigüeñas acuden prestas a su campanario, a preparar su nido para criar a sus polluelos.
La raciedumbre es una forma de ser, pensar y actuar; que impregna todo el ciclo anual y pasa por acudir a ciertas citas que poseen un protocolo concreto del que nos gusta participar: montaje de altares, funciones, traslados, acompañamiento a via crucis, conciertos, ensayos de costaleros... a los que hemos acudido desde pequeños.
Creo que el rancio no debe ser sectario, debe sentirse orgulloso cuando alguien quiera entrar a formar parte de esta forma de ser.Debemos guiarle por la senda rancia, al igual que nos guiaron a nosotros, cuando eramos pequeños.
"Paco eres un monstruo"
Que suplicio, que sin vivir. Sin saber "Who is Who", detrás de cada pseudónimo. Por fin, y gracias a la desconocida inteligencia de "Olavide el auténtico" (se nota que no ha estudiado en la UPO), ya tengo casi seguridad de la identidad de "el marqués de las tres mil", un personaje con ese nivel está claro que es....
La Gloria era también una pastelería de la calle Santa María la Blanca. Pasteles, por cierto, de rancio abolengo...
¿Cuántos besos da un costalero el día en que sale la cofradía? Hay que contarlos bien, ya que no da uno solo a cada compañero, sino que hacen como las tías rancias y antiguas, que te endiñaban seis o siete -chop, chop, chop, chop- cada vez que te cogían la mejilla.
Y una pregunta de hondo calado rancio. ¿El nuevo rancio es el cani kofrade?
Observo por parte de algunos rancios un peligroso tufillo oligárquico, como si no quisieran que nadie fuese rancio salvo ellos. Creo que la ranciedumbre que nos caracteriza debemos fomentarla en otros seres de nuestro entorno, convertir progres en rancios, a fuerza de convencerles que nuestras ideas son las mejores. Y si no lo son, nos lo pasamos tela de bien comentándolas.
Por lo que leo algunos califican de horteras a los nuevos rancios. Hombre, de todo un poco hay, la verdad, pero lo cierto es que creo que se confunde al rancio con el pijo, y no todos los rancios los son. Rancio por definición es antiguo, un tío con patilla de hacha será pijo, pero no antiguo. Antiguo, o sea, rancio, es, por ejemplo, José María de Mena, con esas gafas de culo de vaso y montura de pasta. Un nuevo rancio, o pijo, se pondría lentillas o gafas con montura al aire y cazadora color teja de pana con botones.
El ejemplo de rancio de nuevo cuño no puede ser otro:
Jose María del Nido Benavente, alías "Idem".
Como Jose Antoni Rodriguez, ese es nuevo rancio. A corbata por día
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