jueves, mayo 25, 2006

Lo de Fernando Alonso

¿El paripé de Fernando Alonso puede calificarse como acto rancio de la muy novelera ciudad de Sevilla? ¿O los rancios que se precien no deben acudir a ritos como éste? Entre una procesión de gloria con todos sus avíos -incluidos los fieles sensibles de muñeca ágil y mirada oblicua- y el roadshow del niñato asturiano, ¿con qué debe quedarse el rancio?
Coda: ¿es o no es malaje el nota que le dio al alcalde un paseo por las Delicias sin atascos?

2 Comments:

At 2:50 p. m., Blogger Enrique Henares said...

El rancio que se precie, a la hora que el niñato estaba echando carreritas sin atascos, estaba tomando una cervecita fresca en el Salvador o en Alvarito Peregil.

 
At 8:05 p. m., Blogger Diego Romero said...

Yo pensaba ir, pero luego lo pensé y me dije: eso va a ser un coñazo, mientras que el tío éste encuentra aparcamiento, se pelea con los gorrillas de Bami y tal y tal, va a pasar más de una hora, y además, quien te garantiza que una vez que hayas encontrado una buena sombrita debajo de una palmera no vengan y te la corten, la palmera, entiéndaseme.
Así que opte por dejarme llevar por la mayoría que es lo más cómodo: fresquita, "mu" fresqita, y que aparquen otros.

 

Publicar un comentario

<< Home